El herpes tipo 2

El herpes tipo 2 es una clase o categoría de la enfermedad conocida como herpes simplex. Tanto el herpes tipo 1 y tipo 2 comparten un número de características comunes, aunque el herpes 2 está normalmente asociado con el desarrollo de las llagas que se encuentran debajo de la cintura, mientras que el herpes 1 generalmente se cree que se produce alrededor de la boca y en los labios. Sin embargo, hay ejemplos de ambos herpes 1 y 2 en desarrollo en varios lugares en el cuerpo.

En su mayor parte, el herpes tipo 2 se cree que se transmite sólo por algún tipo de contacto sexual. Esto incluye cualquier tipo de práctica sexual, y puede involucrar a personas de cualquier género u orientación. Aunque cualquier persona que participe en una actividad sexual con una pareja que ya está llevando el herpes tipo 2 puede infectarse si su pareja es sintomática o no, el uso de prácticas de sexo seguro y el tratamiento inmunosupresor puede reducir las posibilidades de que esto ocurra. Para quienes resultan contagiados pueden acudir al médico para recibir un tratamiento y alivio del herpes.

Cuando un brote de herpes tipo 2 ocurre, aparecen ampollas alrededor de los genitales, el recto y en ocasiones el abdomen inferior justo encima de la zona genital. Las ampollas generalmente pican y con el tiempo se abren, dejando heridas que están abiertas y pueden tener fugas y secreciones portadoras del virus. Es por esto que el tratamiento de los herpes tiene tanta importancia, ya que no solo puede evitar la incomodidad, picazón y hasta el dolor, sino que evita que otras personas se puedan contagiar.

En décadas pasadas, había poco que hacer dentro del tratamiento del herpes. Hoy en día, sin embargo, existen varios medicamentos con receta que pueden acortar la duración y debilitar la gravedad de un brote. Al igual que con muchos virus, hay una serie de condiciones que pueden provocar un brote de herpes tipo 2.

Una enfermedad prolongada que ha debilitado el sistema inmune puede conducir al desarrollo de ampollas y la erupción posterior en llagas. Ser descuidado y no poder dormir lo suficiente también puede sentar las bases para un brote. Para las mujeres, hay una mayor posibilidad de un brote durante la menstruación. En ambos sexos, cualquier droga que tienda a suprimir la función normal del sistema inmune del cuerpo puede establecer el escenario para que el virus se pueda presentar.